La feijoada es la historia viva de Brasil servida en un tazón. Su nombre proviene del portugués feijão, que significa fríjol, el ingrediente protagonista de este guiso oscuro, espeso y profundamente sabroso.
Originaria de Portugal, la feijoada viajó a América durante el período colonial y fue adoptada en Brasil, donde se transformó en un plato mestizo, lleno de identidad. En sus inicios, se preparaba con fríjoles negros y los cortes menos nobles del cerdo —oreja, pata, costilla— junto con chorizos y carnes curadas. Era una comida popular, cocinada lentamente para aprovecharlo todo, símbolo de ingenio y resistencia.
Con el paso del tiempo, lo que nació como un plato humilde se convirtió en el emblema gastronómico nacional de Brasil. Hoy se sirve en todo el país, especialmente los miércoles y domingos, en reuniones familiares y celebraciones. En Río de Janeiro, la feijoada se acompaña de samba; en São Paulo, de buena conversación y caipirinha; y en Bahía, se le añade carne seca y especias tropicales.
Más allá del sabor, representa unidad, abundancia y alegría compartida. Es el plato que reúne a todos los brasileños, sin distinción de clase o región, alrededor de una mesa llena de aroma y calidez. Comer feijoada es celebrar la vida misma: lenta, compleja, generosa y deliciosa.
Y como dicta la tradición, una caipirinha bien fría es su compañera inseparable: el equilibrio perfecto entre el frescor cítrico y la intensidad de los sabores ahumados y salados del guiso.
Ingredientes (para 4 personas)
- 1½ tazas de fríjoles negros (caraotas)
- Costilla de res
- Pata de cerdo
- Oreja de cerdo
- Chorizo
- Panceta
- Carne seca
- 4 hojas de laurel
- ½ naranja
- 1 cebolla blanca
- 1 diente de ajo
- Sal al gusto
- Desalar las carnes:
Coloque las carnes en un bowl, cúbralas con agua, agregue hielo y sal. Deje reposar durante 24 horas, cambiando el agua 3 o 4 veces para eliminar el exceso de sal y grasa. - Remojar los fríjoles:
En otro bowl, cubra los fríjoles con agua y déjelos reposar 8 horas. Importante: no deseche esta agua; aporta sabor y textura a la cocción final.
La Feijoada
- Elimine el agua de las carnes y colóquelas en una olla a presión. Cúbralas con agua y hiérvalas 25 minutos sin tapar. Luego, descarte esa agua y lave bien las carnes.
- Regrese las carnes a la olla, agregue los fríjoles con su agua (deben quedar cubiertos al menos 3 cm por encima), las hojas de laurel y la media naranja cortada. Retire la naranja después de 10 minutos: su función es reducir la grasa y equilibrar los sabores.
- Si es necesario, añada un poco de agua caliente extra. Retire con una cuchara las impurezas o la grasa que suban a la superficie.
- Tape la olla y cocine 50 minutos desde que empiece a pitar.
- Mientras tanto, en otra sartén, sofría en aceite de oliva la cebolla y el ajo picados con una pizca de sal hasta que estén dorados. Agregue un par de cucharadas de fríjoles cocidos, triture o licúe hasta obtener una pasta cremosa, y reincorpórela a la olla para espesar el caldo.
- Saque las carnes, córtelas en trozos y vuélvalas a introducir.
- Ajuste la sal y deje cocinar 30 minutos más sin tapa, a fuego medio, hasta que los fríjoles estén tiernos y la salsa espesa. La cuchara debe salir ligeramente cremosa, no limpia: esa es la textura ideal de una buena feijoada.
Sirva caliente, acompañada de arroz blanco, farofa, couve (col rizada) y, por supuesto, una rodaja de naranja fresca.
Farofa
- Aceite de oliva
- 2 cucharadas grandes de farofa (harina de yuca tostada)
- Tocino en cubos pequeños
- ¼ de cebolla blanca picada
- 1 cucharada de ajo molido
- 1 cucharada de mantequilla
- Perejil picado
- Sal y pimienta al gusto
- En una sartén caliente con aceite de oliva, fría el tocino hasta que quede crujiente. Retírelo y reserve.
- En la misma grasa, sofría la cebolla y el ajo hasta que estén dorados.
- Baje el fuego, agregue la mantequilla, sal y pimienta.
- Incorpore nuevamente el tocino, añada la farofa y, finalmente, el perejil picado.
- Cocine por 2 o 3 minutos, removiendo constantemente, y retire del fuego.
Col Rizada (Couve)
- Aceite de oliva
- Hojas de col rizada
- ¼ de cebolla blanca picada o molida
- 1 cucharada de ajo molido
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
- Retire la vena central de las hojas de col y lávelas bien.
- En una sartén con aceite de oliva, sofría la cebolla y el ajo hasta que estén ligeramente dorados.
- Añada la col, sal y pimienta, y saltee durante 2 o 3 minutos.
- Retire inmediatamente para conservar su color verde intenso y su textura crujiente.
Nada acompaña mejor a una feijoada que una caipirinha clásica, elaborada con cachaça, limón, azúcar y hielo. La acidez del limón y la frescura de la bebida equilibran la riqueza y profundidad del guiso, creando una armonía perfecta.





